La economía circular tiene un gran potencial para ayudar a cumplir los objetivos de sostenibilidad global y los objetivos del Acuerdo de París en particular. El entorno construido, que consume casi la mitad de los recursos mundiales extraídos cada año y es responsable de una enorme huella ambiental, es un sector fundamental en la transición de un mundo lineal a uno circular, más sostenible.
Avanzar hacia un entorno construido circular implica un cambio en los roles y modelos comerciales para las partes interesadas activas en este sector. Sin embargo, las barreras relacionadas con la cultura, las regulaciones, el mercado, la tecnología y la educación están frenando la transición.