Hemos entendido que la coyuntura ha traído nuevos retos empresariales que debemos afrontar de la manera más asertiva para nuestros asociados y su buen Desarrollo Sostenible, por eso, CECODES se ha unido a este compromiso latinoamericano frente a la práctica de inversión sostenible que beneficie a las personas y al planeta durante la crisis de COVID-19.
El ecosistema financiero global y latinoamericano se enfrenta a desafíos e incertidumbres sin precedentes. En los últimos meses, los grupos de interés del sector público y privado, incluidas las organizaciones que se unieron para emitir esta declaración, han trabajado en la planificación de gestión de contingencias y la redefinición de estrategias y operaciones organizacionales en respuesta a la crisis de COVID-19.
Si bien las estrategias de supervivencia orientadas a atender la emergencia ocupan un lugar central en la actualidad, la coalición de organizaciones representada a continuación quisiera tomar un momento para alentar a los actores del mercado latinoamericano a garantizar que durante este período singular, todos los asuntos materiales ambientales, sociales y de gobernanza corporativa (ASG) sigan jugando un papel fundamental en la toma de decisiones de inversión.
Hacemos un llamado a nuestro sector financiero y corporativo para que continúe informando y gestionando los resultados ambientales, sociales y de gobierno corporativo durante las fases de supervivencia y recuperación de esta crisis. Esto es importante por varias razones:
- Para permitirnos ingresar a la fase de recuperación con una visión clara de la línea de base financiera y no financiera desde la cual comenzar a reconstruir.
- Asegurar la protección óptima de los recursos humanos, naturales y de capital que permitirán un crecimiento más rápido durante la fase de recuperación.
- Para prevenir y mitigar los efectos de otras crisis sociales y ambientales que pueden surgir o incrementarse a partir de COVID19.
- Para potenciar el desarrollo de herramientas y soluciones que ayuden a generar un impacto positivo, tanto social como medioambientalmente, de forma de mitigar los efectos de esta crisis, y con el propósito de prevenir futuras.
Ahora es el momento de que Latino-américa adopte una acción decisiva y colectiva. Es hora de demostrar que este mercado puede responder a la crisis inmediata al tiempo que establece un plan de recuperación que prioriza la sostenibilidad social y ambiental. No permitamos que las circunstancias actuales nos distraigan del objetivo final de una economía sostenible e inclusiva. De hecho, es una oportunidad única que proporciona un punto de inflexión para orientar los flujos de capital hacia el desarrollo sostenible. Las decisiones y las acciones que tomemos ahora bien pueden definir la naturaleza de las vidas que los latinoamericanos podrán llevar, no solo en los próximos meses, sino en los años, incluso décadas por venir.