En un esfuerzo por alcanzar emisiones netas cero para 2050 y combatir la crisis climática, muchas empresas han avanzado en la descarbonización de su uso de electricidad. Sin embargo, se ha prestado poca atención a la descarbonización del calor, a pesar de que el calor industrial por sí solo representa el 29 % de la demanda mundial de energía final.
Las barreras financieras para obtener calor sostenible están muy extendidas, dado que muchas soluciones vienen con un gasto de capital significativo y retornos de inversión inferiores a la media.