Durante la última década, los impactos globales sin precedentes han resultado en una mayor conciencia de la fragilidad de nuestro planeta y de la humanidad. Un clima saludable, la naturaleza, la salud y el bienestar y la equidad están profundamente interrelacionados y son codependientes. Como tal, nuestras respuestas también deben estar interrelacionadas. Las empresas tienen un papel fundamental que desempeñar para cambiar nuestra trayectoria a través de una acción rápida y sostenida.
El informe “Personas sanas, empresas sanas: cómo las empresas pueden contribuir a la realización de la salud mundial”, desarrollado durante los últimos dos años con 23 empresas miembros del WBCSD, como parte de la coalición Personas sanas, empresas sanas, hace evidentes las oportunidades interconectadas y muestra cómo las empresas en todo el mundo pueden incorporar pragmáticamente la salud y el bienestar en sus operaciones diarias en todas las funciones y geografías. Esta amplia perspectiva abarca desde la incorporación de una cultura de salud y bienestar, desde el lugar de trabajo hasta los consumidores a los que sirven, y desde la construcción de sistemas de salud resistentes y accesibles hasta la aceleración de la acción sobre el clima, la naturaleza y la equidad.