La circularidad material del mundo se sitúa actualmente en el 7,2%, habiendo disminuido desde el 8,6% de circularidad material registrada en 2020 y el 9,1% en 2018. Esta tendencia a la baja debe revertirse si queremos sustentar a más de 9 mil millones de personas que viven bien dentro de los límites de nuestra para mediados de siglo. Y el flujo de datos de productos y materiales puede desempeñar un papel fundamental para que esto sea posible.
Los datos tienen el potencial de ayudar a los actores de toda la cadena de valor a tomar decisiones informadas, optimizar procesos e identificar oportunidades para la circularidad. A la luz del desarrollo del Reglamento sobre diseño ecológico para productos sostenibles, las herramientas de intercambio de datos como el Pasaporte Digital de Productos pueden facilitar el intercambio de dicha información, permitiendo diversas estrategias circulares y modelos de negocio de servicios.
Esta investigación proporciona un ejemplo práctico de los flujos de datos que pueden existir y utilizarse para permitir una economía circular en cuatro sectores: el químico, el electrónico, el de la construcción y el textil (indumentaria). A través del mapeo de flujos de datos impulsados por un propósito, las empresas pueden prepararse mejor para una regulación que busca impulsar la circularidad y retener el valor material, al tiempo que genera sinergias y complejidades entre ellos.